EXPOSICION AUDIENCIA PUBLICA/ART 77 Y SGTES. DE LEY 26.522
Hablo en nombre del Movimiento Peronista Bloguero, del cual formo parte junto a más de 100 blogs peronistas reunidos y organizados. Estuvimos presentes ya en las audiencias en el Congreso de 2009, apoyando la promulgación de la Ley 26.522. Y hoy, en esta casa, venimos a ensalzar su espíritu igualitario, inclusivo, ecuménico, integrador.
Espíritu presente en este artículo 77 y siguientes, que prevén esta audiencia y que son bien explícitos respecto de su fin: garantizar a los habitantes de este país el derecho al acceso universal a contenidos de interés y acontecimientos deportivos, especialmente futbolísticos.
Como Movimiento Peronista Bloguero solicitamos al Consejo Federal de Comunicación Audiovisual que dentro del listado de acontecimientos que debe hacer para su televisación gratuita en todo el territorio nacional, sean incluidos los partidos del campeonato de Primera División 2011 y todos los que dispute la Selección Nacional de Fútbol. Y también nos parece importante sumar los partidos que protagonizará el Seleccionado Nacional de Rugby, Los Pumas, este año en Nueva Zelanda, entre setiembre y octubre. Porque no todo es fútbol en la vida. Y es importante que deportes colectivos como éste dejen de ser experiencias de elite para sumarse a la consideración y la práctica popular, ya que tiene todos los condimentos necesarios para ello.
Porque es derecho de los habitantes de la Argentina poder verlos en directo y gratis y en cualquier rincón del territorio nacional. Mal que les pese a los que quieren volver atrás la historia y convertir al fútbol y al deporte en general en objeto de comercio, lo que va en demérito del acceso igualitario e irrestricto a la información, como garantiza la ley, como quiere la Constitución, como requieren los tiempos que corren.
En el artículo 78 de la Ley están los fundamentos para justificar esta inclusión ya que el fútbol de Primera División, los partidos de la Selección Nacional y los del Seleccionado de Rugby -antes de ser hurtados de la pantalla abierta para pasar a los canales de cable y luego codificados a un pay per view, que profundizó la exclusión del sistema de millones de televidentes- fueron transmitidos por televisión abierta y tienen relevancia nacional, al igual que otros hechos deportivos en los que participan argentinos y que también deben ser tenidos en cuenta, como el hockey, el básquetbol, el handball, el vóleibol y otros.
La Argentina transita ya un nuevo paradigma cultural construido sobre hechos notables, como la existencia de esta Ley 26.522; la conquista del matrimonio igualitario, el regreso de los jóvenes a la política, una remozada idea de soberanía nacional; el castigo para los crímenes de la dictadura; la justicia, la verdad y la memoria como políticas de Estado; sin olvidar la transformación de la economía, que ya no está al servicio de acreedores internacionales sino de la producción y el trabajo. Y el Fútbol para todos es parte de este nuevo paradigma que comienza a latir con nitidez a partir del Bicentenario. Momento en que un pueblo, fuera ya de la angustia y la alienación en que lo habían sumido, se hace consciente, retorna a la realidad y retoma el rumbo hacia su autenticidad.
¿Qué papel debe jugar el deporte -y en consecuencia su difusión, su transmisión- en este proceso transformador? El General Perón, que valoraba los deportes en equipo, porque en ellos el triunfo es de todos y ese era el espíritu que debía tener la tarea de construir un país, tiene una respuesta para eso. El decía: “Una de las verdades más grandes del hombre moderno es renunciar a su yo, para compartir ese yo con los demás, y esa escuela es la que nos llevará al triunfo… (remplazando al individualismo) por la idea colectivista, que lleva a todos a trabajar por todos, y no a cada uno a trabajar para sí mismo.” Pero decía más el General acerca del deporte y su efecto benéfico: “Siempre he pensado en un pueblo de deportistas, porque cuando se tiene un pueblo de deportistas, se tiene un pueblo de gente noble y buena, con un profundo sentido moral de la vida, y esos son los únicos valores que hacen grandes a los pueblos.”
El Fútbol para todos es uno de los hechos más relevantes de la última década por su trasfondo igualitario y democratizador, que devuelve al pueblo un producto esencial de su cultura, del que se había visto privado, precisamente por ser considerado solo un negocio. Privar a alguien de ese disfrute que es el fútbol televisado gratis y en directo no es solo cercenarle el derecho a la información, la diversión, el rato de emotividad al palo que significan para muchos esos 90 minutos, sino también a los jóvenes, a los pibes, negarles la posibilidad de aprender y emular esos valores, de tener un espejo en el cual reflejarse. Y eso vale para el resto de los deportes en equipo que hay que promover. Es lo que viene a resolver este artículo 77 de la Ley 26.522.
Los deportes colectivos llevan en sí el germen de la organización, la posibilidad de socialización, pertenencia e integración, y por supuesto son transmisores de valores, como la solidaridad, el compañerismo, la entrega, el sacrificio. Y esos valores, que se revelan en gestos y actitudes, se aprenden jugando y también mirando deporte. Así es como se aprende a jugar: imitando. Ambas instancias son indispensables. La tevé debe ser una aliada en este proceso.
El “secuestro” del juego por parte del monopolio generó una paradoja que el Fútbol para todos vino a resolver favorablemente: hasta su llegada había mucha cháchara en torno del juego y casi nada de fútbol real: tapas de diarios, suplementos, periódicos especializados, programas de radio y tevé, goles sueltos sin contexto, repetición de jugadas dudosas, publicidades protagonizadas por jugadores, polémica por los arbitrajes, circo de pases, imágenes en diferido, etc., pero partidos enteros, en tiempo y forma, al alcance de los hinchas, nada. Nada. Todo postergado, trunco, fragmentado, editado. Y peor: naturalizado. Dicen que nacemos iguales ante Dios, pero diferentes ante el Mercado
Así no se aprende a amar el deporte. Venimos de muchos años en que nuestros pibes carecían de ejemplos, de espejos: si no iban a la cancha solo podían ver los goles y un par de jugadas, a la noche tarde. Así llegamos a una virtualización casi total y por tanto a una idealización del fútbol, justo en el país del fútbol. Como si alguien nos convidara a oler el asado en lugar de a comerlo. La televisación en directo y al alcance de todos vino a quitar el velo que cubría el espejo y a poner las cosas en su lugar.
Porque durante años de partidos privatizados, de “oír” el partido por tevé en lugar de verlo, de pispearlo en diferido (palabra que ya no está en nuestro vocablario cotidiano, por suerte) los argentinos sin cable y sin codificador, grandes y pibes no tenían fútbol sino un remedo, un retazo, una emoción impuesta e incompleta. Eso es lo que le quedaba a los pobres. Nunca la construcción colectiva de una alegría, que eso es un partido. Ni hablar de otros deportes.
Riquelme, Palermo, Buonanotte, Ervitti, sin el Fútbol para todos que les muestre a los pibes cómo se paran la cancha, de qué manera corren o le pegan a una globa, serían como naipes, pura imagen de frente, sin volumen ni espesor. Eso es lo que fueron: figuritas, a veces móviles. Piensen que hace apenas un año esas figuras se veían más en publicidades y recortes ínfimos de partidos mutilados que en su verdadera magnitud de deportistas. Ahora se los ve los 90 minutos, corren, transpiran, parecen jugadores de verdad. Lo anterior, lo que filtraban los editores de Fútbol de Primera no era fútbol, era otra cosa hecha con lo que quedaba del fútbol. Hoy ese tiempo quedó atrás. Y vamos a Audiencias Públicas como ésta a aportar nuestra mirada sobre el artículo 77 de la Ley que trata, al fin y al cabo, de lo que queremos ver en nuestros televisores. Así de real es la democracia que hemos conseguido, y así de palpable es el cambio de paradigma que Néstor y Cristina y millones de argentinos han (hemos) provocado.
Hay que seguir aventando cualquier riesgo de escamoteo de lo público, de la diversión, del sentimiento, de lo que es de todos. Porque los pibes -los de la villa y la escuelita, los del club o el potrero- tienen que tener a mano ese espejo fenomenal que es el deporte en la tele; una herramienta mágica que hasta les permite entrever en vivo y en directo un futuro posible para sus vidas. Y nosotros, los que tenemos más pasado que otra cosa, también lo necesitamos.
Por eso, desde el MPB decimos: este año más Fútbol para todos y más deporte para todos, así en la tevé como en la vida misma, que con la Ley 26.522 en vigencia se van pareciendo cada día más.
Osvaldo Tangir, por el Movimiento Peronista Bloguero
3 COMENTARIOS:
coincido con lo expuesto compañeros !
abrazos
Adal
Coincido y apoyo el pedido de Deportes para todos.
Expansión y acceso general gratuito a la televisión digital terrestre.
Rodrigo Mas
www.bastadepensamientounico.blogspot.com
Coincido cumpas y sumenme al Movimiento Blogero www.luissebriano.blogspot.com
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