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Santiago Maldonado

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VOLVER A LOS 16

sábado, 1 de septiembre de 2012

el kirchnerismo presentó en el Congreso un proyecto de ley para instaurar el voto optativo para los jóvenes mayores de 16 años. Son debates espejados. Van en sentido opuesto. El kirchnerismo va en el sentido de dar a los jóvenes desde los 16 años la oportunidad de participar y ser contenidos por una sociedad que por lo general tiende a marginarlos, sobre todo a los jóvenes pobres. El macrismo (con cámaras de vigilancia, listas negras, teléfonos para delatar y represión a los docentes) va en el sentido de vigilancia y castigo como herramientas de formación. Son herramientas que se deducen de un concepto jerárquico de autoridad y de una idea de sociedad que castiga excluyendo.

Los grandes medios intervienen en ese debate a través de sus opinadores. Resaltan fuera de contexto la parodia realizada por los maestros o la participación de un dirigente de La Cámpora en la inauguración de un jardín de infantes en un barrio humilde o confunden a conciencia El Eternauta con el Néstornauta. En el caso del proyecto sobre la edad para votar sugieren que se trata de una maniobra oficialista para obtener más votos para lograr la re-reelección de la presidenta Cristina Fernández. Nadie sabe el contenido de ese voto.

En la ciudad de Buenos Aires, entre los activistas de los colegios, La Cámpora tiene presencia, pero la mayoría de los centros están en manos de agrupaciones de izquierda antikirchnerista. Y entre los chicos que no participan en política, lo más probable es que se inclinen por el macrismo, permeabilizados por el alegato de la antipolítica sobre el que cabalga el discurso derechista. A nivel nacional es probable que ese voto sea muy parecido, con algunas diferencias, al voto de los más adultos.

Los argumentos que introducen los grandes medios, como ese de buscar la re-reelección con el voto adolescente, o el supuesto lavado de cerebro que realiza La Cámpora en los jardines de infantes o con el Néstornauta en los secundarios o con esa descontextualización del acto de los maestros, tienen una carga muy reaccionaria, con acusaciones muy parecidas a las que utilizaba la propaganda de la dictadura a través de los medios de aquel entonces. Los canales de televisión y las publicaciones de la editorial Atlántida insuflaban permanentemente el miedo a “la infiltración subversiva en las aulas” e incluían, en ese tiempo, a los curas progresistas como deformadores de la mentalidad de los jóvenes...

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que venga el día

http://quevengaeldia.blogspot.com.ar/2012/09/participar-o-vigilar-y-castigar.html

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